Por Jaime Andrés Ramírez y Karen Natalia Riveros.
Íbamos terminando de ver la exposición, y teníamos una confusíon de sentimientos, era una especie de nauseas y a la vez de indignación frente a la crueldad sin medida, al ver tanta sangre al lado de tanto verde, tanta vida y mucho armamento al lado de esas humildes e indefensas casas. Nuestro concepto ante las obras era básico en realidad; con aquella tendencia a juzgar y dividir el mundo, sin ponernos en el lugar de los demás.
Cuadros donde los victimarios retratan sus actos sangrientos y terroristas, es lo que a simple vista se entiende de esta exposición.
La exposición "La Guerra que no Hemos Visto" que se presenta en el Museo de Arte Modernos de Bogotá (MAMBO), desde el 15 de octubre hasta el 14 de Noviembre, intenta mostrar la guerracomo la ven los victimarios, y además pretende cambiar el concepto que tenemos muchos, de que victimario sinónimo de malo; y poder entender de una vez por todas que los victimarios alguna vez fueron víctimas.
Sin la intención de hablar con alguien importante, le preguntamos a una señora que se encontraba hablando en inglés con un joven que parecía extranjero, y a quien le manifestaba lo que pensaba de la exposición. Se trataba de Denisse Michelsen, analista e intérprete de la FM, quien comentaba en tono bastante reflexivo, que era una exposición hecha por victimarios y que sería mejor que fuera de las víctimas; además enfatiza que estas obras sugieren mucho infantilismoen los trazos de los autores, con esto ella deduce que la mayoría de estas personas no ha ido a un colegio; piensa además en el por qué quitaron los escritos con los que venían los cuadros; "tal vez por seguridad", dice ella.
Lo impactante aquí es la dualidad en las escenas, pues en un mismo cuadro se muestra, en un lado la tranquilidad de algunas familias del campo, y en el otro lado el caos completo por los grupos armados.
En medio de esta explicación por parte de la interprete, el joven que la acompaña, que por cierto es de Washington D.C, nos comenta que los cuadros le confirman lo que piensa con respecto a los grupos armados, "al final todos son iguales, pues tienen en común el salvajismo y la sevicia, así su ideología sea diferente".
Ajeno a lo que los demás pensaban, Juan Manuel Echavarría; el artista que comenzó con un taller, que consistía en hablar con los victimarios (Personas que tuvieron que entrar a la guerra a los 8 años, que vieron morir a sus padres a manos de otros, personas que no tienen opciones más que la guerra, porque el gobierno no ofrece más posibilidades), quiso saber nuestra opinión acerca de la exposición, y con honestidad le respondimos que pensábamos que eran obras llenas de cinismo, el autorretrato de los victimarios, mostrando sus propios actos de violencia. Ante esto, respondió "¿No cree que ellos también fueron víctimas?", hay que dejar de ver el mundo en blanco y negro, muchas de estas personas tuvieron que entrar a la guerra a los 8 años, muchos vieron morir a sus padres, antes que victimas o victimarios son peronas".
Por lo anterior él decidió que ésta vez iba a trabajar con los victimarios, ya que en trabajos anteriores ha visto el punto de vista de las víctimas, he incluso él ha sido víctima (ha sido secuestrado cinco veces).
En esta exposición aparte de mostrar como ellos ven su situación de víctimas, muestra la vida de ellos en los campamentos, en donde se está con ellos, o en contra de ellos, como ocurre en un cuadro en el que dos hombres sembraron minas quiebra patas estando infiltrados, así que los amarran de árboles y les ponen una mina debajo, "les están pagando con la misma moneda". Pero no solo eso, los compañeros de campamento están en fila presenciando el suceso para que aprendan la lección.
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