Mi amigo, cantor…
Mi amigo, escritor…
Mi amigo, poeta…
Mi amigo, guitarrista improvisado…
Mi amigo, cantante profesional…
Mi amigo, médico “fracasado”…
Mi amigo, ateo decente…
Mi amigo rubio, alto y bello…
El pelado cuarentón, que con cada canción deshidrata el alma con mil lagrimas, de felicidad y emoción.
El mansito que cae bien por todo, por sus ritmos, por sus letras, por sus dedicatorias, por su simple existencia.
No soy versada y escribir lo que siento me sale fatal, pero ¡ay! Pala, si logras dejar una sonrisa en cada recital, logras dejar a la espera de más, dejas preguntas como ¿Por qué no canta más?, ¿por qué no se queda un tiempito más en Bogotá?, ¿por qué no me regala un cafecito, una tarde para hablar?
Hay tanto que contarte, así que te pido la primera cita, para cuando vuelvas, hay tanto que decirte y agradecerte que te lo resumo así:
GRACIAS POR EXISTIR HERMOSO PALITA, TE QUIERO MUCHO.
¡Ay Karen! ¡Cómo me superan tus adjetivos!
ResponderEliminarContá con el cafecito para cuando vuelva... ¡Sería un placerzote!
... también te quiero mucho.