Que bella mi vida.
Qué hermoso saber que te acelero el corazón como a un colibrí.
El ave más bella para mí.
Que se deja llevar por el viento, que no se deja tocar.
Que disfruta tanto del agua, como del néctar de las flores y de la morfina de un hospital.
El aletear de sus alas es tan infinito como sus ganas de lograr lo inalcanzable.
el combustible de mis sueños, eres.
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